El amor no tiene fronteras pero si sus limitaciones y muchas veces las limitaciones son pequeñas enredaderas
que se atascan en
nuestras emociones cuando sin querer se cruzan en nuestro camino obstruyendo
nuestro destino.
Quiero expresar
que existe gente especial a quien podemos
ignorar sin darnos cuenta, que fueron especiales al no darnos rienda
suelta, como nuestra familia. Me han regalado sonrisas a cambio de amarguras me han enseñado el camino de la vida sin recibir nada a cambio, abrazo sin darles una muestra de cariño y en mis alturas de miedos han sido como
un andamio.
No logro entender
nuestras indiferencias, son como cuervos en cuerpo vivo, donde destruye los
vínculos que nos unen a un mundo de igualdades y nos priva de una de
las mejores dichas de la vida como es la amistad.
Voy camino a la
felicidad llevando conmigo la solidaridad, construyendo en mi caminar un legado
lleno de dulces recuerdos voy en camino para poner el placer de vivir a mi lado.
Bislumbro en mi sueños una
ciudad donde los jardines están en las calles y donde las rosas
mas rojas están en los labios de las doncellas, donde el carpintero no hace su
nido en las alturas sino donde los amantes hacen su enredadera.
Los arboles que
cubren el espacio donde había sol vuelven el panorama opaco como el anuncio de
la primer tormenta de invierno, sus enormes ramales color esmeralda esconden las
luz del sol en sus espaldas.
Veo a la distancia el torbellino de hojas que se
levanta anunciando la salida del bosque, dando a conocer la libertad del viento
que acaricia el rostro y descubro la primer fuente que saciará la sed de mis
labios…
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