viernes, 7 de octubre de 2011

Voces de sopranos en la Selva


Costa Rica

Un descanso hace bien a un viajero solitario que emprendió el viaje antes que el sol aflorara, un instante para meditar, y haciéndose una cita consigo mismo en la espesura del bosque, alimentar su objetivo.
la felicidad que está en la ciudad -por la cual tome esta travesía, que le llamo la travesía del viajero solitario y que avanzo en ella cada día- es el sueño de todo anhelante soñador andante.

Voces de sopranos se esparcen entre los pinos de espeso plumaje, esmeraldas coloridos profundos sobre el espacio. El viento que mueve sus alas contra los inmensos verdores producen el sonido de mil voces en el entorno, combinando el color azul del cielo con su exuberante olor de resina se tiene en un instante el punto de un sentimiento de placer.
         
Un descanso no es comodidad sino un momento para ubicar sentimientos en el taller donde se trabajan las buenas acciones para reflejar el fruto.

Llego la hora de tomar nuevamente el camino que lleva a la hermosa ciudad, conquistando terreno de falda en falda, cargando mi árgana de amarillas montesinas que calman mi ansiedad de comer, que entre maduras y verdes dan un buen sabor al paladar del viajero que en su alma carga las ganas de llegar a su destino endechando el largo camino.



El día avanza y ya la tierna tarde me abrazo. Encontrar un lugar para pasar la noche es como conservar alimento en una ciudad sin luz del sol.

Aún el sol hace fuerte en la espalda y recuerdo el arroyo, las voces suaves del  entorno, el sonar del agua, murmullo de aves y  el acento del viento extrañan mis oídos todos sus alabes.

El camino de la felicidad se encuentra entre el sufrimiento con paciencia y la lucha entre la comodidad y la perseverancia y solo la osadía es nuestra única compañía, es el camino de largo recorrido donde muchos han tenido desdichas.

Llegar a ser felices es el desafío impulsado en nuestra corta vida de peregrinos, una pequeña eternidad que se encuentra con el mar después de la muerte, mortales en el espacio de la creación que caen de bruces cuando la noche envuelve el bosque donde no brilla el alba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario